Autor: Mutlu BİNİCİ
Traductor: Bera Haşim Debek
Lo más importante de este asunto es el Islam, su pilar es la oración, su cumbre es la Jihad
En una temporada en la que la gente estaba abrumada por el calor y descansando bajo las palmeras, el Mensajero de Allah y sus amigos estaban emprendiendo su viaje a Tabuk para luchar contra el Imperio Bizantino. La temperatura estba en aumento, el enemigo no aparece, el viaje se vuelve más difícil con cada hora que pasa. El Corán calificó esos días como momento de dificultad. Cuando la temperatura alcanzó valores insoportables, los Compañeros se dispersaron para protegerse.
El Jóven compañero Muâz ibn Cebel mientras observaba a sus amigos, vió a nuestro Señor en frente de él. El Mensajero de Dios estaba solo. Corrió entonces Muaz y vino a nuestro Señor de inmediato y le hizo esta pregunta aprovechando al máximo esta gran oportunidad:
- ¡Oh Mensajero de Dios! ¿Puedes informarme sobre un acto que tenga que hacer para entrar al paraíso y alejarme del infierno?
- Quieres algo muy grande. Sin embargo, esto no es difícil para la persona que Allah se lo facilita: adora a Allah sin adorar a alguien más. Mantén la oración como se te ordenó. Entrega tu zakat . Ayuna en Ramadán y Peregrina a la Meca .
Nuestro maestro le aconsejó a Muaz que se adhiera a los principios básicos del Islam. Porque entrar al cielo solo puede ser posible de esta forma.
Momentos después, nuestro Señor continuó sus palabras de la siguiente manera: 
¿quieres que te guíe a las puertas del bien? El ayuno es un escudo. La caridad apaga el castigo del pecado, así como el agua apaga el fuego. La oración realizada por la persona a medianoche elimina el pecado ”.
La forma de llegar al cielo es luchar contra lo exquisito. El arma más grande de un creyente que lucha contra su ego es el ayuno. Muchos pecados que cometimos en descuido se presentarán ante nosotros como tormentas en el infierno. Para que podamos acompañar a nuestros seres queridos para que podamos extinguir el fuego que nos quemará; tenemos que mirar a los pobres y a los huérfanos y levantarnos por la oscura noche y rezar mientras todos duermen en su cama caliente; tenemos que arrepentirnos de nuestros pecados con nuestras lágrimas.
Siguió el Mensajero de Allah, sallallahu alayhi wa sallam, leyendo un versículo: “Para servir a su Señor con temor y esperanza, sus cuerpos se mantienen alejados de sus camas y comparten lo que Allah les ha concedido de bienes materiales . A cambio de lo que han hecho, nadie sabe qué felicidad les espera. ”(Surah Postración 16, 17) leyó el versículo.
El Mensajero de Allah dijo:
- ¿quieres saber cual es la cabeza de este asunto, su pilar y su cumbre?
Muaz dijo:
- Sí, informe, ¡oh Mensajero de Dios! .
Respondió entonces el profeta:
- La cabeza es el Islam, el pilar es la oración, la cumbre es la yihad.
La cabeza es el islam. La primera y más importante condición para entrar al paraíso era ser musulmán. La oración es la que mantiene el edificio islámico. Finalmente la yihad; es todo lo que un creyente puede hacer para glorificar la religión de Dios. Ningún hecho podría compararse con la yihad.
Nuestro maestro dijo después:
- ¿quieres que te de un consejo para obtener todo esto?
Muaz:
- Sí, di, ¡oh Mensajero de Dios!
Entonces, El Profeta agarró la lengua con sus dedos y dijo:
- ¡Protege eso!
Dijo Muaz:
- ¡Oh Mensajero de Dios! ¿Seremos interrogados sobre lo que hablamos?, el Mensajero de Allah dijo:
- ¡Que te anhele tu madre, oh muaz! ¡lo que sale de esta lengua es lo que lleva a las personas al infierno cara a cara! [1]
Lo que lleva a la gente al infierno es todo lo que dicen sin pensar en sus consecuencias. Los que creen en Alá y el último día dicen una buena palabra o no hablan
Muaz bin Cebel fue uno de los más virtuosos de estos creyentes, y nuestro señor era una persona que amaba mucho. El Mensajero de Allah no pudo evitar decirle una vez:
"Oh Muaz, juro por Dios que realmente te amo" [2]
El Compañero del profeta, junto con nuestro Señor, nos transmitieron este hermoso recuerdo en los caminos de Tabuk; el erudito, el jurisprudente y el muyahid, el Compañero mártir de la epidemia de Amuas Muâz bin Cebel que Allah esté complacido con él.
Amén
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[1] Tirmidhi, Fe 8; İbni Mâce, Fiten 1.
[2] Abu Dawud, Vitr 26; Nesâî, Sehv 60.
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